Estos tres argentinos apostaron por la programación y ya trabajan para empresas internacionales
Tres programadores cuenta su experiencia a la hora de aprender a programar y cómo esto puede ser clave para ampliar el horizonte laboral.
La programación, uno de los denominados empleos del futuro, abre puertas laborales en cualquier lugar del planeta a raíz de la intensa demanda por parte de las empresas.
En ese escenario, brinda posibilidades de crecimiento profesional a quiénes realmente están interesados en aprovechar este oficio a una velocidad que difícilmente logre un empleo tradicional.
Juan Manuel Padilla, Luciana Martínez, y Gastón Perez son tres jóvenes argentinos que, por ejemplo, que comenzaron haciendo un curso y hoy trabajan para empresas del exterior.
Para que cada vez más personas puedan repetir su experiencia, la academia Digital Bluee tiene su carrera de Desarrollo Full Stack, donde podrás convertirte en un experto en programación frontend y backend.
Esta propuesta educativa de 28 semanas, dos clases por semana, está pensada para que personas que nunca tuvieron contacto con la programación logren crear su primer proyecto web para adjuntar a su portfolio.
En este proceso aprenderán HTML, CSS, Javascript, React, Node y Mongodb. Además trabajarán con Github, el repositorio para proyectos de programación más utilizado y Chat GPT, el software de inteligencia artificial que está revolucionando la industria.
Programación: la apuesta que los llevó a “cambiar el rumbo”
Pero cuando la programación se les cruzó en el camino decidieron cambiar de rumbo y hoy disfrutan de los beneficios.
Los tres trabajan para empresas internacionales y destacan la importancia de las habilidades personales que adquieren gracias a la dinámica cooperativa que conocieron y experimentaron durante su formación en Digital Bluee.
Juan se fue de Argentina, vive en España y trabaja para una empresa de los Estados Unidos.
Disfruta de la libertad que le da su empleo como programador. Estudió ingeniería y 4 años atrás tomó la decisión que hoy lo tiene tan satisfecho: decidió estudiar programación Full Stack.
La empresa que lo contrató está en Austin, Texas, aunque él se conecta todos los días desde Madrid, nada menos que a 8.200 kilómetros de distancia.
“Trabajo como Full Stack, en un día a día hago 60% backend, 20% de front y el otro 20% en lo que haga falta, reuniones, trabajo en equipo, entre otras”, detalló.
Si quieres lograr el mismo éxito que estos estudiantes, puedes empezar tu carrera ahora y seguir el camino de quienes ya lo han alcanzado.