Objetivos SMART

El método SMART es una estrategia para definir objetivos claros y concisos dentro de una empresa, proyecto u organización, y establecer las rutas productivas adecuadas para alcanzarlos.

En este artículo te explicaremos de qué se trata este concepto, cuál es su función y cómo implementarlo correctamente a tu empresa. Además, encontrarás herramientas de apoyo para gestionar tus objetivos empresariales de manera eficaz.

¿Qué son los objetivos SMART?

Los objetivos SMART se refieren a un conjunto de características que hacen a los objetivos de una empresa claros y concisos. Estas características son:

Específico.
Medible.
Alcanzable.
Relevante.
Con límite de tiempo.

Además, se puede entender como una metodología inteligente que permite planificar las actividades y procedimientos de un proyecto, y que sus roles correspondientes cumplan con el enfoque trazado a partir de los objetivos SMART.

¿Para qué sirve la metodología SMART?

La gran ventaja que ofrece la aplicación de la metodología SMART en cualquier proyecto en ejecución es el control sobre los procesos y resultados que se estén llevando a cabo. Este control se traduce en:

Capacidad de responder oportuna y positivamente a las circunstancias de los procesos.
Enfocar cada actividad a un fin determinado.
Administrar los recursos y disponerlos correctamente en los procesos.
Implementar estrategias que propicien el cumplimiento de los objetivos.
Analizar el progreso de la empresa.
Un mayor nivel de organización con respecto al tiempo, los gastos y los ingresos de la empresa.
Observar el crecimiento de las ventas y su proporción con los objetivos trazados en un principio.

Las 5 características de los objetivos SMART

Los objetivos SMART se definen a partir de cinco características o criterios que facilitan la identificación de las rutas de producción de un proyecto y esclarecen qué es lo que se quiere alcanzar.

Specific (específico)

En la definición de objetivos, estos deben de ser precisos y claros, comprensibles y que asimismo sean las consecuencias del cumplimiento de los mismos. Este aspecto hace referencia al proceso de detallar, minuciosamente, qué se quiere lograr y cómo hacerlo.

Measurable (medible)

En el desarrollo y ejecución de un proyecto, los objetivos deben ser medibles, es decir, que brinden información cuantitativa sobre su cumplimiento así como de la calidad de los mismos. Esta información se expresa en cifras o porcentajes y está sujeta a comparaciones con relación a los resultados anteriores, lo que permite observar la evolución del proyecto con respecto al tiempo.

Attainable (alcanzable)

Al establecer objetivos, primero se deben considerar todos los factores que propicien el cumplimiento de los resultados esperados. Por lo tanto, con base a la disponibilidad de los recursos de la empresa y de aquellos cuya adquisición sea factible, se establecen objetivos que sean alcanzables dentro del marco de esas existencias disponibles.

Relevant (relevante)

Un proyecto se valida a partir de su importancia y su viabilidad dentro de la empresa y en el mercado en que se desempeña. Por lo anterior, los objetivos que se establezcan deben ser relevantes, destacables y deben aportar, de alguna u otra manera, un cambio o una ventaja para los potenciales clientes.

Timely (con límite de tiempo)

La planificación de los objetivos de un proyecto también supone la definición de fechas límites, que permitan llevar un control del tiempo sobre las actividades a realizar.

¿Cómo definir objetivos SMART en una empresa?

Al definir los objetivos de una empresa, es necesario que se cumplan cada uno de los criterios SMART para lograr que sean claros y que, al proponer procedimientos y métodos, sus enfoques y roles sean, asimismo, concretos.

Especificar los objetivos: la base para las demás características SMART es la precisión al detallar los aspectos y elementos que están involucrados en el desarrollo de un proyecto. Considerar todos los puntos y su ilación con respecto al proyecto permite controlar los procesos de manera eficaz y oportuna.
Establecer rutas de medición: en la ejecución del proyecto, es importante que los procesos mediante los cuales se busca lograr los objetivos definidos brinden información de la calidad de sus resultados así como de otros factores de productividad.
Tener en cuenta los recursos: también es importante considerar la disponibilidad de los recursos en posesión o aquellos que están al alcance de la empresa, para disponerlos en la ejecución del proyecto.
Evaluar el contexto y el mercado actual: al implementar la metodología SMART, se consideran tanto los aspectos directamente relacionados con el proyecto y su ejecución, así como aquellos que los afectan indirectamente, entre ellos el mercado en que se desempeñará el proyecto.
Planificar actividades: establecer fechas límites de entrega, así como los plazos y tiempos para la actividad productiva, es uno de los aspectos que constituyen la implementación correcta de los objetivos SMART en una empresa.

En el contexto empresarial existen una serie de indicadores conocidos como KPI (Key Performance Indicator o Indicador Clave de Rendimiento) cuya aplicación en los procesos productivos supone un análisis del progreso real de una empresa. Estos indicadores se aplican conjuntamente con un Cuadro de Mando Integral, y permiten determinar si los objetivos establecidos previamente cumplen los criterios SMART.

Estos indicadores, asimismo, permiten medir el alcance y el desempeño de esos objetivos en el contexto real del proyecto y durante su evolución. Es importante destacar que los objetivos SMART están sujetos a posibles cambios y, por sus mismas características, se permite y es posible analizarlos y modificarlos.

Ejemplo de objetivos SMART en una empresa

Para ilustrar y brindar una mayor claridad de la implementación de la metodología SMART en una empresa, te enseñamos el siguiente ejemplo:

Uno de los departamentos creativos de una empresa textil ha propuesto empezar a desarrollar una línea de ropa enfocada en adaptar el estilo de moda victoriano a las tendencias actuales. Al definir sus objetivos, utilizan la metodología SMART:

Específico: el objetivo general de la nueva línea de ropa es combinar dos tipos de estilos diferentes. Ahora bien, también es importante detallar a qué público están dirigidos estos productos. Algunas de las consideraciones que pueden ser tomadas al especificar los objetivos en este caso pueden ser:

Género: aquí se busca responder si la línea de ropa está enfocada a la vestimenta masculina o femenina, o incluso infantil.
Tipo de ropa: las empresas textiles suelen definir sus líneas de productos con base a las temporadas en que son promocionadas, es decir, invierno, verano, otoño o primavera. Por lo tanto, se esclarece a qué temporada hará referencia la nueva línea de ropa, así como si se trata de trajes formales, casuales, piezas individuales e, incluso, si se incluyen zapatos.
Tela: es importante especificar también los detalles más técnicos. Uno de ellos puede ser el tipo de tela que será confeccionada para el diseño de la ropa.
Edad: asimismo, la edad es un aspecto que entra en consideración al especificar el público objetivo de la nueva línea de productos.

Medible: durante la confección y manufacturación de los productos, se debe realizar un análisis minucioso de los resultados de tales procesos y de su efectividad. Por lo tanto, se implementan una serie de indicadores de rendimiento para evaluar la viabilidad del proyecto. Se hace uso de algunos indicadores de mantenimiento como el Backlog, el Downtime y el MTTR (Tiempo Medio de Reparación).
Alcanzable: aquí se analiza si, efectivamente, se disponen de los recursos (capital humano, capital real y capital monetario) correspondientes para el cumplimiento de los objetivos propuestos. En el presente contexto, se pueden considerar si se dispone de la maquinaria y el personal para la confección y manufacturación de telas.

Relevante: un previo estudio de la factibilidad del producto en el contexto actual, así como de las demandas y ofertas, dispondrá de la información necesaria para evaluar si la línea de ropa tendrá algún lugar importante en el mercado textil y si el público objetivo responderá positivamente a la misma, garantizando las ganancias esperadas.
Tiempo límite: por último, se definen las fechas límite de cada actividad así como del objetivo en general. Por ejemplo, si se estableciera que la línea de ropa responde a la temporada invernal en España, se debe definir el inicio del proyecto antes de diciembre y su fecha de finalización, a finales de marzo.

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